Envueltos en un halo de misterio y simbologías, vestidos de forma estrafalaria, cargados de supuestos secretos; los adivinadores y esotéricos siempre han buscado enriquecerse atrapando incautos que desean tener éxito en el amor, los negocios y la salud, alimentándose de la temerosidad que heredamos del catolicismo español.
Existe desde hace años un amplio mercado de estafa dedicado al esoterismo, con revistas de horóscopos y sitios en internet especialmente para astrología, adivinanzas y brujerías, que sin embargo era inofensivo más allá de alimentar temores personales.
Sin embargo, de un tiempo para acá hemos visto como en la televisión venezolana estos falsos gurúes, como Adriana Azzi, Reinaldo Dos Santos, la Mhoni vidente y otros farsantes más, se han convertido en reproductores de un discurso creado por los grandes empresarios, dueños de los medios de comunicación, y el imperialismo norteamericano.
Valiéndose del renombre que obtuvieron en los grandes medios, estos personajes esotéricos siguen lanzando sus profecías del desastre que apuestan a la caída de la Revolución Bolivariana, como las que por ejemplo auguraba en repetidas ocasiones Adriana Azzi contra el presidente Chávez, en las cuales siempre fallaba.
Ahora resulta que Nicolás Maduro es quien que va a caer según la predicción de los astros y espíritus corporificados en Adriana Azzi, con el claro propósito de debilitar el Gobierno Bolivariano y seguir sugestionando la mente de más y más personas que se creen esta sarta de locuras.
Un ejemplo de eso fue el anuncio que Adriana Azzi escribió en 2012 en la revista Todo en Domingo del Diario El Nacional: “Lo más difícil: La noche, la espera. El ganador será, por votos, el candidato de la oposición aunque digan lo contrario en un drama esperado”. Con esto buscaba generar el malestar ya que sabía que Capriles perdería pero necesitaba hacer creer que era por un “fraude”.
Igualmente, Reinaldo Dos Santos “vio el futuro” y dijo que Chávez perdería las elecciones, demostrando así que estos “pacíficos” personajes no solo son charlatanes, sino que se prestan, además, como instrumento de desinformación de los poderes económicos mundiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario