Este sábado, el presidente venezolano, Hugo Chávez, se expresó en referencia a la acción bélica que encomendó la OTAN en territorio libio. En relación al tema, el caudillo consideró que se trata de una manipobra "irresponsable".
Chávez consideró que, en realidad, los aliados sólo pretenden apoderarse del petróleo libio, y pidió "un alto el fuego de verdad", de manera inmediata.
"Es lamentable que la ONU se preste para avalar la guerra (...) Pero la mano del imperio se impone. Ellos quieren adueñarse del petróleo de Libia. ¿Cuándo les importó la vida de los pueblos si siguen bombardeando Irak, Afganistán o la franja de Gaza?", se preguntó.
"Exigimos desde aquí un cese el fuego de verdad y que se retome el camino de la paz en el norte de Africa. Que se acabe la imposición de los poderosos de esta tierra", pidió.
Países occidentales liderados por Francia, Estados Unidos, varios países árabes y la ONU definieron este sábado en París el operativo militar contra de Khadafi y poco después tuvo lugar el primer ataque aéreo de un avión de combate francés.
Considera que la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas dificulta gravemente el alcance de un alto al fuego en Libia y se reafirma en contra de cualquier intervención militar extranjera en el país.
El Coordinador de Política Internacional de Izquierda Unida y eurodiputado, Willy Meyer, opina que la resolución 1973, aprobada en el Consejo de Seguridad por 10 votos a favor y con las abstenciones de Alemania, India, Rusia, China y Brasil "da luz verde a una respuesta militar a la crisis en Libia". Meyer insistió en la necesidad de "alcanzar una solución pacífica" a este conflicto mediante el "rechazo del uso de la fuerza, así como de cualquier intervención militar extranjera".
Para el eurodiputado de Izquierda Unida, "una intervención militar, bajo cualquier formato, ya sea a través de la OTAN o de Estados como Francia o Estados Unidos de forma individual, puede desencadenar en un agravamiento de la crisis tanto en Libia como en la región". Las reservas de Alemania, que detecta "considerables daños y riesgos en una acción militar" y la posición de la India, que "ha deplorado el uso de la fuerza", respaldan esta tesis. "Esto indica que ni en la Unión Europea ni en la OTAN existe unanimidad sobre los supuestos efectos positivos de una acción militar sobre territorio libio", afirmó Meyer.
Asimismo, frente a la "prudencia" expresada por Angela Merkel, que ha optado "por no seguir la estela de la militarización del conflicto" y se ha negado a aportar tropas alemanas para esta operación, el europarlamentario lamenta la "postura del Gobierno de Zapatero, que encabeza la opción de la guerra en la gestión de la crisis libia".
Willy Meyer espera que las bases estadounidenses de Rota y Morón no sean "utilizadas como lanzadera para la guerra en Libia" y por lo tanto, ha exigido al Gobierno de España que "no autorice a Estados Unidos el uso de bases en territorio español para llevar a cabo estas operaciones".
Ante estos hechos, Meyer insiste en que "la solución a este conflicto que se ha convertido en una guerra civil es la presión político-diplomática para emplazar a las partes a un alto al fuego verificable con presencia de observadores internacionales y a que se establezca un calendario para unas elecciones que permitan al pueblo libio el ejercicio de su autodeterminación. No se puede tolerar ninguna injerencia militar".
En lo que se refiere a la represión en Bahrein, Meyer señala que "estos hechos refuerzan la idea de la necesidad de que se realicen esfuerzos a nivel internacional de tipo diplomático y político para exigir el cumplimiento de los derechos humanos en la región del Golfo Pérsico".
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